Páginas

lunes, 21 de diciembre de 2015

UNA ALCANTARILLA SIN TAPA

Hace unos días estaba frente a Multiplaza, y observe que en una de las calles aledañas se había salido la tapa de la alcantarilla, dejando un hueco grande en la calle, en el transcurso de unos 30 minutos, pasaron muchísimos  carros, unos se iban en el hueco,  otros lo esquivaban, pero hubieron dos personajes en particular que hicieron algo diferente, el primero un señor de unos 70 años, que ahorrillo su carro,  se bajo de él e intentó mover la tapa de la alcantarilla para ponerla en su lugar  pero al parecer estaba  muy pesaba y no lo logró,  pasados unos 5 minutos aparece el segundo personaje, un señor   que se veía  de unos 60 años,  ahorrillo  su carro,  y se dirigió a tapar la alcantarilla, este si lo logró, y soluciono el problema del hueco en la calle,  ningún carro más se fue en el.

Este acontecimiento me  hizo pensar,  en cómo eran
las generaciones anteriores, señores y señoras amables,  con deseo de ayudar, no pensaban en “no hago eso porque no me toca, que lo haga la municipalidad”,  estaban  dispuesto a ayudar, en lo que fuera aunque esto no les correspondiera, hombres  y mujeres cuya palabra valía más que cualquier cosa, lo que prometían lo  cumplían,  esa es la generación de nuestro abuelos.

Y ahora todo ha cambiado tanto,  cada quién anda en su mundo y vela por lo suyo, donde consumir y tener es lo único que importa,  ahora ni siquiera conocemos a quién tenernos por vecino,  mucho menos ayudarlo,  todos los días estamos tan afanados   en trabajar para tener y tener, que descuidamos el verdadero sentido de vivir,  la verdadera esencia del  Ser Humano

No nos damos cuenta que mientras más  tenemos más queremos,  el mundo gira en torno al consumismo, al individualismo, donde solo importo yo y nadie más,  y nos olvidamos que somos seres sociales, que nuestra salud mental y física  depende  en gran parte de nuestra relación con  amigos, con familia, nacimos para ser seres que vivan en comunidad nos necesitamos unos a otros para poder vivir.


Debemos proponernos recuperar los principios por los que se regían  nuestros abuelitos,  si no lo hacemos ahora yo me pregunto  qué clase de sociedad van a tener   los que vienen de camino, de nosotros  depende si les heredamos una sociedad individualizada donde el egoísmo sea el que reine, o una sociedad donde la solidaridad, el compañerismo, el respeto sean los que rijan, el cambio depende de nosotros.  Todavía nos quedan abuelitos  que nos pueden enseñar  a construir una sociedad solidaria, escuchemos  y aprendamos de su sabiduría.  Aprendamos a tapar alcantarillas, aunque no sean nuestras

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenid@s al Blog, gracias por compartir sus comentarios y vivencias